El fanal

Blog personal de Alfredo Márquez abierto a la discusión de asuntos relacionados con la educación (TIC, lectura de imágenes, diversidad, etc.), la justicia, los derechos sociales y la lucha contra la pobreza

sábado, diciembre 09, 2006

LA NAVIDAD, EL CONSUMO Y LOS PERROS DE PAULOV


El investigador ruso Ivan Petrovich Pavlov observó que a los perros que tenía en su laboratorio ("los perros de Paulov") les bastaba oír los pasos de la persona que les traía la comida para comenzar a salivar y a segregar jugos gástricos; es decir, parecía que los perros habían aprendido a anticipar la comida. De este experimento se derivó la teoría del Condicionamiento Clásico, más conocida como del "reflejo condicionado", que conduciría más tarde a la escuela del conductismo: nuestra actuación y pensamiento sería esclusivamente fruto de los refuerzos positivos o negativos, de lo que observamos y de nuestras decisiones.
No es que me vaya yo a jactar saber de estas cosas. Sólo era una forma de empezar este pensamiento escrito a fin de poder explicarme la razón directa entre varios hechos y una forma de actuar colectiva. Me refiero al encendido de las luces que adornan profusamente las calles de nuestras ciudades y la carrera consumista a la que nos lanzamos en estos días que los accidentales llamamos Navidad.
Ante todo una precisión: no es del todo cierto lo de "
las luces que adornan profusamente las calles de nuestras ciudades", puesto que en la práctica totalidad de las urbes sólo están adornadas con ese despilfarro energético los denominados "CENTROS COMERCIALES".
¿Por qué? Se trata, laico descreído, de ambientar estas "fiestas tan señaladas", de darle alegría a la conmemoración del nacimiento de Jesús.
¡Vale! Pero, entonces ¿por qué sólo se ambientan y se da alegría a las calles que conducen o se concentran los comercios principales?
Fue pensando en esto que me acordé del viejo reflejo condicionado de Paulov. Bueno, pensando en eso y recordando que quien organizaba el encendido del alumbrado "navideño" de Linares era la Asociación de Comerciantes e Industriales de Linares (ACIL) y que a ellos se adelantó cierta tienda que, desde su apertura, ha redefinido el "centro" de esta y de todas las ciudades donde se instala.
Los siguientes pasos de la reflexión ya fueron más que lógicos, de Perogrullo. Si es ACIL quien patrocina, la intención no es muy religiosa que digamos, será más bien comercial. O sea: iluminar el centro comercial para despertar en el consumidor su "espíritu navideño", digo su desaforado consumismo (no "comunismo", como subtitulaba un reportaje sobre este tema cierta cadena de TV en su telediario del día 9 de diciembre). Se trata de conseguir que la cartera de todo quisque se abra con alegría de manera que parezca espontánea y no incentivada por las noticias de los telediarios, por los anuncis de turrón ("vuelve a casa por...), por la loteria y por las bombillitas y las flores de plástico que adornanlas calles... comerciales.
En resumen, las luces del alumbrado navideño son al consumidor occidental lo que los pasos de los cuidadores eran a la saliva de los perrros de Paulov. El reflejo condicionado. ¡Como los perrros... de Paulov!

3 Comments:

At 8:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Eres un "crak" o como se escriba. Eres mi idolo. Te quiero. Marta

 
At 8:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Estoy deacuerdo en que estas fechas son consumistas e hipócritas tanto por los regalos como por el reunirte con gente que nunca ves en el resto del año(aún pudiendo, que no es el caso ehh!!). Desgraciadamente creo que soy una adicta a estas cosas ya sea por navidad o por puro placer, pero me escuso diciendo que aunque me gusta gastar para mi, también me gusta comprarles a los demás y que disfruto mucho con ello;es una excusa mala pero no tengo otra.
Creo que soy la oveja negra de la familia marquez en eso.

Pd- me encanta la teoría o estudio de los perros de paulov y es que son muy listos los perros jaja

 
At 5:47 p. m., Blogger Alfredo Márquez said...

La verdad, Marta, es que Paulov, como ha sucedido siempre en la ciencia experimental, vino a ser como un torturador para aquellos animales (¡que conste que a mí no me hacen gracia los bichos!): les mantenía abierta la panza, los tenía "estabulados", etc.
Yo prefiero que experimenten con animales y no como algunos que lo han pretendido hacer y lo han hecho (véase el caso de los norteamericanos que han acabado con cuantos indígenes centroamericanos han querido o cuando inocularon sífilis, creo, a más de 3.000 negros del sur de los EE.UU.: ¡como los nazis!) esos experimentos con seres humanos.

 

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